Viaje a la India. Parte III: Delhi (Mercado, mezquita, Qtub Minar)
Tras una breve visita al lugar donde fue incinerado Gandhi, donde nos topamos con una masa de gente enfervorecida entonando loas a Shiva, nuestra guía nos preguntó si queríamos dar una vuelta por el mercado de la vieja Delhi, y nosotros, ilusos, dijimos que sí.
A partir de ese momento comenzó un viaje alucinante de una hora de recorrido montados en un triciclo por las callejuelas del mercado. Lo mejor que puedo hacer es describiros un poco lo que vi allí, y poneros unas cuantas fotos para que lo veáis vosotros mismos: es un barrio de calles angostas, sucias y estrechas, y casas bajas entrelazadas por una maraña de cables. Las tiendas son habitaciones rectangulares sin puertas ni ventanas, que se abren directamente a la calle, y en ellas se vende de todo: alfombras, telas para vestidos, alfarería… Hay carnicerías donde se expone el género vivo (cabras, gallinas), ópticas que anuncian en vistosos carteles “computerized eye-testing”, o bares donde venden en bolsitas alimentos que no puedo clasificar. Hay un montón de gente, y muchos transportan objetos de un sitio a otro, a mano o en carros: planchas de cobre, jaulas con gallinas, ladrillos, fardos sobre la cabeza… Además de la gente y de los carros, también hay triciclos, motos, perros y vacas, que pasean a su libre albedrío, y no deben ser molestadas.
Pegada al mercado hay una mezquita, la más grande de la India, según nuestra guía. También nos comenta que la religión mayoritaria en la India es la hindú, y que los musulmanes son una minoría, un 14% de la población, aproximadamente. Eso, en un país que tiene unos 1100 millones de habitantes, supone que unos 154 millones de indios son musulmanes, habiendo ciudades y estados enteros donde la religión del Islam es mayoritaria, como Uttar Pradesh, que es donde está el Taj Mahal.
La última excursión del día es al Qtub Minar, una explanada entre jardines donde se levanta un minarete pegado a una mezquita, al parecer una de las más antiguas de la India, erigida por los primeros musulmanes que llegaron a esas tierras, sometiendo a los habitantes autóctonos. De hecho, la mezquita está construida a partir de material de templos hindúes derribados, y eso le confiere una arquitectura única y especial.
Como punto final, aquel día era Nochevieja. Después de una impresionante cena-buffet en el hotel, a las 12 horas de España (4:30 am hora de la India) nos comimos un botecito de 12 uvas peladas en almíbar que habíamos traído para la ocasión.
Al día siguiente partimos para continuar el circuito. En la siguiente entrega, un retrato de la India rural, el palacio de Samode y un vistazo a la ciudad de Jaipur. Espero que no os vayáis cansando porque aún me quedan cuatro días de intensas experiencias por contar.
En mi página de flickr podéis ver más fotos de las que hay aquí.
2 Comments:
Vaya, no sé como he llegado aquí, pero ha sido una grata sorpresa leer sobre tus experiencias en la India. Me siento muy identificado con todo lo que estás contando. Yo viví muchas situaciones similares :)
Un saludo y enhorabuena por el blog.
Muchas gracias. He leído tus posts y también me siento muy identificado. Además me parece que hemos visitado bastantes lugares comunes
Un saludo
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